Sergio Hernández es considerado uno de los artistas oaxaqueños más sobresalientes de su generación, incursionando en una gran diversidad de técnicas y materiales, como óleos, tintas, goauches, acuarelas y grabado.
A los siete años de edad se mudó de su natal Huajuapan de León a la Ciudad de México. Su niñez y juventud transcurrieron en Ciudad Nezahualcóyotl, donde la idea de ganarse la vida como artista parecía imposible.
Sin embargo, a los 16 años ingresó a la Academia de San Carlos y posteriormente a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, donde tuvo como maestro a Gilberto Aceves Navarro y como compañeros a Germán Venegas, Miguel Castro Leñero y Roberto Parodi, entre otros.
En 1987 residió un tiempo en París, y el contacto con las vanguardias europeas marcó de manera definitiva su quehacer artístico. Un año más tarde, volvió a Oaxaca y ese reencuentro quedó plasmado en su trabajo a través el color, el dibujo y el tratamiento lúdico de los temas.
Desde la década de 1980, Sergio Hernández no ha dejado de sumar galardones a su trayectoria, ni exposiciones individuales tanto nacionales como en el extranjero.