Carlos Abascal

Oaxaca de Juárez, 1986

Luna llena

Para Carlos Abascal González la Tierra no tiene fronteras, es un todo que cohabita con el universo infinito. En ese espacio surge el astronauta, que dedica su vida a explorar y aprender del cosmos, generando sabiduría y conciencia, razón por la que este joven artista oaxaqueño lo ha convertido en la figura principal de su obra escultórica.

Abogado de profesión, en 2017 Abascal se mudó a Puebla y empezó a pintar en sus ratos libres. Más tarde incursionó en la escultura cerámica, donde desborda su pasión por el arte. Es el túnel que lo conduce a su paz interior.

Abascal ha decidido no exponer sus piezas, obras que fusionan su admiración por el cuerpo humano y su fascinación por los animales. Lo que este artista desea es simplemente reinterpretar sus añoranzas y vivencias a partir de diversas técnicas artísticas.

ESCULTURA