En la obra de Didier Mayes, que desafía categorizaciones, predominan el color y las formas abstractas creadas a partir del punto y la línea, donde el espacio es un factor importante para el desarrollo de un minimalista atractivo, que logra un equilibrio visual entre el color y la forma.
El juego es un elemento importante en su trabajo, ya que nos hace pensar en una labor lúdica con historia infantil, que él mismo crea en un espacio bidimensional con tonos impactantes al ojo, sin agredirlo. Así, el rojo no es un simple color rojo sino varios tonos que forman una red diversa en capa tras capa, haciendo vibrar la pieza e invitar a la reflexión.
Didier Mayes abraza la experimentación, por lo que usa pigmentos de resina, materiales orgánicos y hasta objetos reciclados. Dedicado al arte desde hace más de 20 años, ha participado en exposiciones a lo largo de la República Mexicana y en países como Canadá, Colombia, Estados Unidos, Japón y Suiza.