Gabriel Mendoza

A finales de la década de 1980, Gabriel Mendoza empezó a estudiar arte con el pintor Nahúm B Zenil. Posteriormente fue ayudante de artistas como Guillermo Olguín, Pablo Amor, Sergio Hernández y Demian Flores. Sin embargo, fue la pérdida de un hijo lo que definió su camino artístico, dando un giro hacia el arte naïve, el arte marginal y el arte povera.

Su obra evoca el lenguaje de los niños en imágenes tan poderosas como expresivas, donde los escurrimientos potencian el dramatismo. Gabriel Mendoza apuesta por la obra de arte abierta: en vez de preconcebir sus pinturas, le ofrece al espectador imágenes “frescas”.

Como un reconocimiento a la riqueza artesanal de Oaxaca, y con la intención de hablarle a más gente con su trabajo, se ha acercado a las técnicas usadas por alebrijeros, piñateros, cesteros y cartoneros. La diversidad de la vida misma aparece en las texturas de sus piezas mediante cuerda, cartón, tela, hoja de oro y papel amate, entre otros materiales.

Gabriel Mendoza ha expuesto en México, Estados Unidos, Argentina y Ecuador. Además, ha dirigido talleres infantiles de artes plásticas e ilustrado libros y periódicos.