Manuel Miguel nació en Teococuilco de Marcos Pérez, Ixtlán de Juárez, un pueblo zapoteco cuyas montañas y senderos alimentaron su inquisitiva imaginación. De niño, las tardes largas y solitarias en el campo le permitían garabatear libremente sobre las suaves veredas lloviznadas con la vara que utilizaba para arriar a sus animales.
Más tarde, se encontró con un libro del grabador, ilustrador y caricaturista José Guadalupe Posada, cuyos dibujos veía con obsesión. Su trabajo actual, de lenguaje figurativo, es una rica extensión de aquella experiencia vital.
Manuel Miguel ha multiplicado su quehacer en diversas técnicas —escultura en metal, cerámica, madera, gráfica, óleo, acrílico, diseño gráfico. Con prolija creatividad pinta fauna y flora como un cronista fantástico. Un homenaje permanente y decisivo a su pueblo.