Mario Carrizosa

Oaxaca, 1975

Oaxaca de Juárez

Aves, insectos y animales bicornes protagonizan los paisajes fantásticos de Mario Carrizosa, donde dominan grandes árboles de frondas rojas o azules, así como diseños geométricos que recuerdan símbolos esotéricos. Una evocación de seres y hogares nómadas.

Originario de la mixteca oaxaqueña, Mario Carrizosa ofrece lienzos que demandan ser observados con atención. Pese a su frugalidad compositiva, no exime a los espectadores de una lectura literal, ya que incorpora textos narrativos o líricos en sus piezas.

La constitución matérica de su obra se vigoriza con el cuidadoso manejo de elementos figurativos, cuya nitidez es realzada por la riqueza de texturas y sutiles detalles que dan hondura y consistencia a una meticulosa certificación de un oficio pictórico en ascenso.

Mario Carrizosa, que estudió diseño gráfico en la Universidad Popular Autónoma de Puebla, ha continuado su formación artística en el Centro de las Artes de San Agustín y en el Museo de los Pintores Oaxaqueños. Su pintura ha sido mostrada de manera individual y colectiva en decenas de exposiciones en México y en Estados Unidos.

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