rICARDO ROMERO

Oaxaca de Juárez, 1990

Muerte rojiazul

Ricardo Romero es un artista emergente con un profundo amor por la vida, sus colores y matices. Atraído por la filosofía, está convencido de la necesidad de reflexionar sobre diversos principios para poder encontrarse a sí mismo y vivir de manera plena. Por ello, en sus obras habla sobre las emociones, la energía, la realidad y los maestros-compañeros de vida.

Para este joven, los principales guías se hallan en la vida “salvaje”, donde no existen el bien y el mal, dice, sino equilibrio y libertad. Esa es la razón por la que en sus pinturas los animales son protagonistas; discretos maestros que con su forma de existir le han enseñado a aceptar la vida como es, sin conflictuarse por cómo debería o quisiera que ésta fuera. Además, le ayudan a comunicar su mensaje: “La misión de estar vivo no es ser feliz, sino experimentar todas las emociones que tenemos. Todo ese espectro de dualidades”, comenta.

Así, Ricardo Romero le brinda al espectador escurrimientos, salpicaduras, formas, colores, símbolos, con la intención de que lo motiven a replantearse su relación con el mundo y sus semejantes. “Siempre empiezo pintando como impresionista y luego decido si lo llevo más al realismo; lo dejo hasta el último momento. Por eso algunos de los animales son más una plasta de color y en otros sí tengo la necesidad de llevarlos a lo figurativo”, explica.

Egresado de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, tuvo su primera exposición individual en 2017, en el Centro Cultural Flores Magón de Oaxaca. Desde 2021 dirige su escuela de arte ExpresArte, fomentando el lenguaje artístico en la niñez y juventud.

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