En el principio, cuatro elementos dieron forma al mundo: tierra, agua, fuego y aire. Cuatro elementos con su esencia única, unidos para crear y sostener la vida en un equilibrio eterno.
En esta exposición, cuatro artistas gravitan en un mismo universo y rinden tributo a esos elementos.
La tierra, sólida y fuerte, con raíces que sostienen árboles tan antiguos como la memoria que revela con gran fuerza el drama contenido en las mujeres de Yari Montes.
El agua, la esencia que fluye, cambia y corre libre en ríos, se calma en lagos y se desborda en mares profundos. Gustavo Tanús evoca esa fuente de vida, un reflejo de la adaptación y la renovación constante. Su obra, al igual que el agua, guarda misterios que pocos han descubierto.
El fuego es pasión, energía pura, luz que consume y renueva. Un recordatorio de que el cambio es inevitable y necesario, de que hay belleza en la transformación. Es el fuego que se halla en cada pieza de Luis Zárate, con un sutil erotismo que arde y deslumbra.
El aire, susurro invisible, aliento que conecta, es movimiento. Lleva semillas a nuevos destinos, mensajes de un rincón a otro. Es libertad y expansión, el espíritu del universo que envuelve en la textura de la obra de Ave Pacheco, recordándonos que cada respiración es un regalo compartido.
Cada elemento, único en poder y propósito, danza en equilibrio. La tierra necesita del agua para ser fértil, el agua requiere del aire para moverse, el fuego se aviva o se calma bajo el aire, y éste recoge las cenizas para transformarlas en un nuevo comienzo.
Así, los cuatro elementos nos enseñan que la armonía se encuentra en la interdependencia, en la unión de fuerzas distintas pero complementarias. Como la obra de estos artistas: tierra, agua, fuego y aire.
Lupita Thomas
(Oaxaca de Juárez, 1987)
Las esculturas de Ave Pacheco se encuentran inspiradas en los recuerdos de sus abuelos sembrando maíz, frijol, calabaza y cacahuate. Su obra refleja una conexión enfocada en semillas, raíces, hojas y árboles. Cada volumen, cada forma de barro entre sus manos nos cuenta una historia que gira sobre la naturaleza.
Egresada de Artes plásticas en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, cuenta con más de siete años de experiencia en la docencia en instituciones como el Taller Rufino Tamayo y la Universidad La Salle de Oaxaca.
(Oaxaca, 1979)
A lo largo de su carrera, Yari Montes ha desarrollado un lenguaje visual centrado en figuras andróginas cargadas de sentimientos. Un proceso que se convierte en un diálogo interno y una conexión con las personas que la rodean.
Con clara vocación por la escultura y la joyería contemporánea, la cerámica le sirve como puente para conectar con el mundo exterior; ésta es un medio a través del cual puede expresar y registrar sus memorias, sentires e ideas con honestidad. Se interesa por participar en proyectos que le permitan compartir sus conocimientos, especialmente aquellos que permitan estimular la creatividad, la curiosidad y el aprendizaje.
(Puebla, 1960)
En 2016, Gustavo Tanús inició un ciclo creativo que, del estricto ritual de la cerámica y el gozo constante ante la disrupción de las distintas fases técnicas, pasó al equilibrio y dominio de la volumetría. Los materiales que convoca en sus piezas van desde arcillas hasta resinas y metales, en correspondencia con materia prima.
Con la metáfora de la columna como sostén, y con un estilo tridimensional personalísimo, sus series conservan la magnificencia de los antiguos obeliscos y remiten al ánimo y el ánima con que abraza a sus seres queridos y a quienes le son cercanos.
(Oaxaca, 1951)
Pintor, escultor, paisajista, Luis Zárate es uno de los artistas oaxaqueños más reconocidos a nivel internacional. En sus cerámicas concilia forma y materia, geometría y trazo expresionista.
Su formación la realizó en la Escuela Nacional Superior de Artes en París y en Atelier 17, también ubicado en la capital francesa, donde vivió 13 años.
Premio de investigación artística Isle de France, Premio internacional Vitry Francia.
Premio del principado Mónaco.
In the beginning, four elements shaped the world: earth, water, fire, and air. Four elements with their unique essences, united to create and sustain life in an eternal balance.
In this exhibition, four artists converge in a shared universe and pay tribute to these elements.
The earth, solid and strong, with roots that hold trees as ancient as memory itself, reveals with great intensity the drama contained in the women depicted by Yari Montes.
Water, the essence that flows, changes and runs freely in rivers, rests calmly in lakes, and overflows in deep seas. Gustavo Tanús evokes this life source, a reflection of constant adaptation and renewal. His work, like water, holds mysteries that few have uncovered.
Fire is passion, pure energy, light that consumes and renews. It is a reminder that change is inevitable and necessary, and that there is beauty in transformation. Fire is present in each piece by Luis Zárate, with a subtle eroticism that burns and dazzles.
Air, the invisible whisper, the breath that connects, is movement. It carries seeds to new destinations, messages from one corner to another. It is freedom and expansion, the spirit of the universe 4 into the texture of Ave Pacheco’s work, reminding us that each breath is a shared gift.
Each element, unique in power and purpose, dances in balance. Earth needs water to be fertile, water needs air to move, fire is stoked or subdued by air, and air gathers the ashes to transform them into a new beginning.
Thus, the four elements teach us that harmony lies in interdependence, in the union of distinct but complementary forces; such as the work of these artists: earth, water, fire, and air
Lupita Thomas
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