Artista autodidacta originario de San Miguel de Suchixtepec, a los 11 años Luis Ángel Martínez “Waz” se unió a grupos dedicados al grafiti. Posteriormente, fue descubriendo su camino a través de la escultura, llevando piezas de barro a un sitio más plano: la pintura.
A su corta edad ha logrado crear obra distintiva por paletas de colores mate, que le permiten expresar mejor su mensaje. Con el óleo como base, da vida a sus pinturas mediante el uso de elementos naturales y orgánicos, como mica, minerales, hierro, carbón, ceniza y la tierra multicolor que hay en las comunidades oaxaqueñas.
Waz nació y creció en un círculo religioso, siendo su padre pastor de una iglesia cristiana. De ahí salen los demonios o monstruos que destacan en su trabajo. El eterno dilema sobre el bien y el mal es la dualidad en sus obras.