Gustavo Tanús

Puebla, 1960

Serie Medusas

En 2016, Gustavo Tanús inició un ciclo creativo que, del estricto ritual de la cerámica y el gozo constante ante la disrupción de las distintas fases técnicas, pasó al equilibrio y dominio de la volumetría. Los materiales que convoca en sus piezas van desde arcillas hasta resinas, metales, pelo de caballo y yute.

A los 15 años empezó a pintar; sin embargo se dedicó a trabajar en una empresa textil de su familia. Fue hasta los 55 años cuando viajó a Oaxaca para aprender cerámica en el Taller Canela, con el maestro Claudio Jerónimo. Tras dicha experiencia, abrió su propio taller: El Gallo, en Puebla, donde se experimenta especialmente con la técnica raku.

Desde el punto de vista de Gustavo Tanús, si la cerámica da infinidad de sorpresas al sacarla del horno, el raku da aún más. Un proceso “alegre y contagioso”, que lo ha cautivado y que le permitido realizar colaboraciones con artistas de diversas partes de México e incluso del extranjero.

El más reciente trabajo de este artista son medudas, capullos y perlas amorfas con las que integra la vida marina a la cerámica. En su obra hay transparencias, tonalidades brillantes, movimiento. 

ESCULTURA