Oaxaca, 1974
Ulises Platas pinta atmósferas caóticas, rayones, texturas, relieves, grosores, abstracciones. Como ha dicho la crítica sobre él: en su obra se manifiestan lo brusco, lo que solo puede pintarse así, lo arrebatado, lo súbito y lo imprevisto.
Nacido en San Juan Guelavia, empezó su formación como dibujante durante la preparatoria. En 1995, a la par que estudiaba arquitectura, ingresó al Taller Rufino Tamayo, donde aprendió dibujo, grabado, escultura y cerámica bajo la tutela de Takeda Sinsaburo, Chuck Bart, Roger Von Gunten, Juan Alcázar y Gabriel Macotela.
El expresionismo abstracto de Ulises Platas, a veces figurativo, exterioriza grafías urbanas, trazos callejeros, ciudades nostálgicas, flores retorcidas, ancianos sabios, bailes folklóricos, la muerte, en colores palpitantes.
Lo inquietante de sus brochazos, que se desdibujan y pierden hasta raspar, conducen por un intrincado de gestualidades revueltas, figuras reconocibles, dibujos acelerados, luces y sombras contrastantes. Ello ha sido motivo de exposiciones individuales y colectivas.
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