“El poder del arte reside en su capacidad
de inspirar el cambio y cuestionar la norma”
Shepard Fairey
Las calles, las grandes galerías salvajes… Ahí es donde el mismo ser humano se reconoce como parte de una colectividad, no sólo como ser autónomo; donde la libertad creativa y las paredes son ilimitadas. Se vuelven escenario de imágenes que nos hablan, de las lógicas, las prácticas humanas y la vivencia diaria del humano en un contexto determinado; es decir, para reconocerse y reconocer al otro.
El artista apela a la casualidad del transeúnte, a veces inesperado, a esa adrenalina del encuentro… Su arte es para todo tipo de ojos y orejas. Para Mocka, las paredes son su escenario, su ring, su trinchera, cultiva la calle sembrando aerosol y cosecha arte. Ahí en donde la materia es utilizada para pensar en voz alta, su arte no puede domesticarse y está hecho para habitar de manera libre, ante la mirada de otras personas y a merced del acto salvaje de otro artista.
Estratos, más que una exposición, es el homenaje a la primer pared que lo recibió cuando era niño. Para Mocka, el sistema urbano constituye un reto para el artista contemporáneo. Se ha quitado las capas para compartir con nosotros, para acercarnos a su historia. En las venas de ese insomne de concreto se encuentran las cicatrices de una historia que se muestra como gritos de papel, capas y capas de historia. Su arte confluye y acciona en la calle. Lejos de ser generadas únicamente por el artista, son un eco de muchas manifestaciones urbanas a lo largo del tiempo.
“¿Estás ahí? Estás en el fondo, después de tantos carteles, de tantas pintas, de tantas cosas vividas. Al final de todo eso…Te recuerda de dónde vienes.” -Mocka
Villa-Lobos
José Olvera “Mocka” crea un lenguaje único entre textura y color, que hace a cada una de sus piezas irrepetible.
Diseñador gráfico y autodidacta en la pintura, nace en la ciudad de Oaxaca y desde temprana edad se ve rodeado de naturaleza y constantes viajes a la costa de Oaxaca, ahí nace la curiosidad y amor por la fauna local. Sus primeros encuentros con la pintura y el dibujo fueron durante la secundaria donde conoce el graffiti. El street art lo catapulta a conocer técnicas mixtas en diferentes soportes las texturas y mezclas de materiales, y lo motiva a aplicarlas sobre lienzos para perder el carácter efímero de un graffiti.
La técnica mixta es la predominante en la obra de Mocka, sin perder ese aire de street art. En la experimentación continua, encuentra la burbugrafía: consigue capturar la textura de una burbuja y comienza una nueva etapa de su producción.
La burbugrafía le permite seguir jugando con el tiempo, congelando momentos, compartirlos, volver a jugar con lo efímero, con la efervescencia de un momento y conservar un rastro. En cada obra podemos conocer la mirada de distintos personajes y adentrarnos en sus texturas. Conocerlos por sus distintos soportes como papel, madera, tela, barro… y los diversos medios acuosos. No son imágenes, son la alquimia del tiempo, los materiales y las historias de Mocka creando un mundo fantástico.
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