Con un lenguaje limpio y genuino, Sergio Mérida ha desarrollado una obra profundamente enraizada en el trabajo con el barro, material que ha convertido en vehículo de exploración estética y simbólica. Su estilo, cada vez más depurado, combina síntesis formal y sensibilidad poética, dando lugar a piezas que dialogan entre lo ancestral y lo contemporáneo. En su producción más reciente, Mérida trabaja con técnicas tradicionales de Santa María Atzompa, Oaxaca, expandiendo desde ahí sus intereses hacia la iconografía arqueológica y la mitología, donde las figuras humanas y animales cobran nueva vida en territorios imaginarios. Su obra rinde homenaje a la artesanía oaxaqueña no como imitación, sino como lenguaje vivo que se transforma en arte.